Las verrugas plantares, conocidas también como papilomas, son lesiones víricas que aparecen en la planta de los pies por mecanismos de contagio directos o indirectos, así como piscinas, superficies húmedas de baños o traumatismos mínimos o maceración de la zona que hará que se inoculen los papilomavirus.
Su aparición es frecuente en niños y puede haber regresión espontánea de las lesiones, por eso es recomendable revisar periódicamente los pies después de haber tenido alguna verruga.
En la planta de los pies es común que aparezcan en zonas sometidas a presión o de apoyo, por eso tienen crecimiento endofítico, es decir, en profundidad hacia dentro.
En cuanto a las características, suelen ser redondeadas con bordes bien definidos, duras, y a veces dolorosas. Pueden aparecer varias a la vez o de forma única. A veces incluso pueden aparecer las llamadas “verrugas en mosaico”, que son un cúmulo de verrugas pequeñas que van creciendo progresivamente formando placas irregulares.
En cuanto al tratamiento, consiste en destruir las células que están infectadas por el virus y la elección del mismo dependerá del tipo de verruga, de su localización, del tamaño y de otros factores que el profesional tendrá en cuenta y valorará.
Si crees que tienes una verruga plantar, acude a tu podólogo de confianza para que la diagnostique y la trate de la forma más adecuada y así eliminarla lo antes posible.
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Claudia de la Cerda Jaramillo.
Podólogo en Moral clínica Podológica.
