Unas vacaciones en la playa, junto al mar, nos ayudan a relajarnos, a desconectar del día a día. Playa y mar proporcionan beneficios a nuestra salud y a la salud de nuestros pies.
Relax, desconexión, aire libre, sol y agua está al alcance de nuestros pies. La podología no es ajena a estos factores, y nos anima a sumar los efectos positivos que sobre nuestro organismo aportan. Conozcamos cómo:
Caminar descalzo por la orilla o un paseo relajante, mejoran mucho la circulación de la sangre. Es un ejercicio muy apropiado para aquellas personas que padecen varices. La arena produce un masaje en la planta de los pies, activa la circulación venosa y linfática.
Caminar donde la ola rompe o con el agua a la altura de las rodillas será un ejercicio más intenso que ayudará a tonificar los músculos.
Caminar descalzo en la arena nos ayudará a tener los pies suaves, eliminando pequeñas durezas y callos. La arena es un maravilloso exfoliante natural.
El sol es esencial en la absorción del calcio, ayuda a mantener los huesos sanos, previene la osteoporosis. ¡Pero ojo! debemos tener en cuenta que una excesiva exposición al sol incrementa el riesgo de cáncer. ¡Los pies son una zona el cuerpo en la que fácilmente olvidamos la protección solar!
El agua del mar rica en minerales, magnesio, yodo y sal mejoran e hidratan nuestra piel. El agua del mar es un magnífico cicatrizante de heridas, tiene propiedades antisépticas.
Las vacaciones junto al mar nos animan a practicar ejercicio, nadar, correr, surf, jugar al volley playa o simplemente caminar por la orilla. No olvidemos el efecto relajante de una vacaciones junto al mar que beneficiará nuestra salud y nos ayudará a volver a nuestra rutina diaria con energía.