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Traumatismos en las uñas: Onicopatias traumáticas

Es muy frecuente que ante cambios en la coloración de las uñas de los pies, o ante un engrosamiento de lámina ungueal, o cuando la uña se despega de su lecho, pensemos que la uña está afectada por un hongo. No siempre es así.

Las uñas de los pies están sometidas a lo largo de nuestra vida a diferentes afecciones, lo que debemos saber es que no todos los cambios que sufran van a ser infecciones por hongos.

Son comunes las onicopatías traumáticas, que son aquellas que se producen por un traumatismo en la uña. Puede ser por un golpe fuerte sobre la uña o la caída de un objeto pesado sobre esta o bien por microtraumatismos repetidos a consecuencia de deportes de impacto, zapato estrecho, uñas que no están suficientemente cortas, etc.

Una de las afectaciones más frecuentes y que a menudo vemos en consulta son los hematomas subungueales.

Pueden localizarse sobre la matriz ungueal (zona de nacimiento de la uña) o sobre el lecho.  En el caso de que el traumatismo sea sobre la matriz ungueal, el hematoma tardará unos días en aparecer, y si es sobre el lecho se observará inmediatamente. 

Cuando la uña ha recibido un golpe fuerte se produce una lesión muy dolorosa, se acumula sangre debajo de la uña y el dedo se inflama.  En estos casos es importante acudir al podólogo para drenar la sangre cuanto antes (generalmente perforando la uña con un procedimiento totalmente indoloro). Esto evitará que la uña mude o se caiga.

Aquellos hematomas subungueales que salen por microtraumatismos de repetición no son dolorosos, el paciente suele observar el cambio de coloración de la uña de un día para otro sin haber notado dolor.

Tanto si la lesión ha sido provocada por un gran impacto sobre la uña como si la causa han sido los traumatismos repetitivos habrá que revisar periódicamente el crecimiento de la uña para asegurarnos de que  la uña crece sana y no se produce onicocriptosis o uña encarnada. El hematoma irá migrando distalmente hasta desaparecer, y esto puede durar unos meses. 

Hay que tener en cuenta que las onicopatías traumáticas aparecen por traumatismos agudos intensos o por microtraumatismos de repetición, ya sean por un zapato estrecho o asociados a deportes de carrera o de impacto. A veces, si este tipo de lesiones se mantienen en el tiempo y son repetitivas, podemos provocar la lesión permanente de la matriz ungueal provocando una onicolisis (despegue de la uña al lecho) permanente, y con ella otras deformaciones de las uñas.

Otros dos tipos de lesiones que suelen producir confusión con la onicomicosis (hongos en las uñas) son la onicocauxis y la onicogrifosis.

  • Cuando nos referimos a onicocauxis hacemos referencia a un engrosamiento importante de la uña con coloración amarillenta. En estos casos, la uña adquiere grosor tanto circular como transversalmente y adquiere apariencia de garra. 

  • Por su parte, la onicogrifosis es aquel engrosamiento ungueal exagerado (hipertrofia). La uña se deforma y puede provocar incluso ulceración de los tejidos adyacentes. Uno de los factores de riesgo además de la presión continua o traumatismos en la uña es la sudoración excesiva o hiperhidrosis.

Este engrosamiento es más frecuente en la primera uña, se hace muy difícil de cortar y puede producir dolor que aumenta con la presión del calzado.

Estas onicopatías traumáticas pueden combinarse con onicomicosis. Una uña lesionada, con hematoma, hueca o levantada tiene una mayor predisposición a que microorganismos como los hongos se asienten en ella.

Estas son algunas de las onicopatías más comunes. Para saber diferenciarlas y evitar la progresión, es recomendable acudir al podólogo para que nos informe, nos asesore  y nos trate para una mejor y más temprana recuperación. Uñas que no se tratan a tiempo tienden a deformarse, engrosarse y a producir dolor con el roce o la presión del calzado.  Algunas de estas afecciones, si no se tratan a tiempo, pueden tener una difícil recuperación. 

En tu clínica podológica de confianza te orientaremos y guiaremos para prevenir estas afecciones en las uñas y otras como infecciones bacterianas, uñas encarnadas (muchas veces ocasionadas por un mal corte) o alteraciones de las uñas por enfermedades sistémicas.

Cuida tus uñas, por unos pies sanos y bonitos.

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Claudia de la Cerda Jaramillo.

Podólogo en Moral Clínica Podológica.

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Carmen Moral Autor
Carmen Moral es licenciada en medicina y cirugía por la Universidad de Zaragoza y Bachelor in Podiatry por Westminster University London, y es uno de los podólogos en Zaragoza de mayor prestigio.

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