Puede ser una condición hereditaria, o resultado de un trauma, puede ser producida por calzado inadecuado, enfermedades neurológicas etc. El dedo en martillo es una condición en la que una o varias articulaciones de los dedos de los pies se contracturan o flexionan.
El dedo en martillo puede ocasionar dolor o irritación al roce con el calzado, se forman callosidades, inflamación, enrojecimiento, sensación de quemazón. En casos severos se pueden llegar a producir heridas abiertas.
Es importante recibir tratamiento en la clínica de podología cuanto antes, si esta condición no es tratada puede aumentar la rigidez del dedo.
El tratamiento de los dedos en martillo.
El tratamiento no quirúrgico es la primera opción, en casos no severos. Han de tratarse y protegerse los callos si se han formado. Se suelen diseñar protectores (generalmente realizados a medida) para evitar la progresión y prevenir la irritación.
Un cambio en el calzado será imprescindible. El calzado estrecho está contraindicado, tampoco ha de llevarse calzado de tacón ya que agrava el problema y puede ocasionar mucho dolor en combinación con esta dolencia.
Órtesis o plantillas a medida se indican para ayudar a controlar el desequilibrio muscular.
La medicación antiinflamatoria o las infiltraciones locales están indicadas para disminuir el dolor y la inflamación.
En ocasiones y en los casos severos puede indicarse el tratamiento quirúrgico.
Si detectamos y tratamos esta afección a tiempo evitaremos su progresión. Recuerda la importancia de la prevención y del cuidado de tus pies para evitar estos problemas tan frecuentes y dolorosos como el que hemos tratado en este post de podología.
Acude a tu revisión podológica al menos una vez al año.